Transporte e infraestructuras
La ampliación sistemática de las infraestructuras de transporte de Centroamérica y Sudamérica fue un requisito imprescindible para conectar la economía exportadora latinoamericana con el mercado mundial. Gran Bretaña primero, y más tarde Estados Unidos, invirtieron a finales del siglo XIX grandes sumas de dinero en el transporte a los centros industriales europeos. Este capital se destinó principalmente a la ampliación de la red ferroviaria y a la construcción de puertos de alta mar. Los ferrocarriles y los barcos de vapor transoceánicos, a menudo combinados en una escena de carga, son motivos de diseño constantes en los billetes de Latinoamérica. Son el distintivo y el símbolo de una fuerte economía exportadora nacional y también representan la modernización y la apertura de naciones enteras. Esto también se puede afirmar, aunque de forma menos marcada, para la navegación fluvial, y en menor medida para el transporte por carretera, ya que en la primera mitad del siglo XX apenas estaba motorizado.