Desde las guerras civiles y las guerras de independencia del siglo XIX hasta los albores de la Primera Guerra Mundial
Las luchas por la independencia contra las potencias coloniales a principios del siglo XIX y las posteriores guerras (civiles), algunas de ellas extremadamente brutales y prolongadas, condujeron a Latinoamérica a una fase de inestabilidad política y decadencia económica. A partir de 1850, aproximadamente, en la mayoría de los Estados latinoamericanos tomaron el poder ciudadanos progresistas dedicados al comercio y la educación. Su objetivo era superar el subdesarrollo de las distintas economías nacionales mediante la aproximación a los modelos europeos. Al mismo tiempo, se esforzaron por integrar a sus países en el comercio de mercancías mundial. Les guiaban los principios liberales del libre comercio y la división internacional del trabajo sobre la base de la exportación de materias primas y la importación de productos acabados. El crecimiento de la población y la primera fase de alta industrialización en Europa resultaron ser muy favorables para la economía exportadora impulsada de allí en adelante: la demanda de alimentos, materias primas y productos tropicales como el tabaco, el cacao, el café, el caucho y el azúcar aumentó enormemente. Con la ayuda de capital extranjero, se creó un gran número de grandes plantaciones y se explotaron los yacimientos de materias primas del continente. El requisito para orientar con éxito las exportaciones era el establecimiento de una infraestructura de transportes eficaz: en este sentido, se ampliaron las líneas marítimas transatlánticas, se construyeron puertos de carga y se abrió el interior mediante una extensa red de carreteras y ferrocarriles. Así que el ferrocarril es un motivo destacado en los billetes de finales del siglo XIX y principios del siglo XX como símbolo de esta irrupción de la modernidad.
Determinados sectores económicos, como la extracción de petróleo en la región mexicana de Tamaulipas, dominaron regiones enteras. Sin embargo, la consecuencia de esta especialización en unos pocos productos fue la dependencia unilateral de las economías nacionales latinoamericanas de mercados exteriores y de las distintas condiciones que atravesaba la demanda.