De la depresión económica de los años 30 del siglo XX al final de la Segunda Guerra Mundial

Tras el crac bursátil de Nueva York el 24 de octubre de 1929, los inversores estadounidenses retiraron deprisa y corriendo sus inversiones de Centroamérica y Sudamérica. En muy poco tiempo, las naciones de Latinoamérica se vieron sumidas en una crisis económica de unas proporciones desconocidas: los mercados de exportación de EE. UU. y Europa colapsaron, las importaciones necesarias para sus propias economías ya no podían pagarse, y las tasas de inflación y desempleo aumentaron de forma imparable. Estos acontecimientos negativos llevaron a muchos países latinoamericanos a reorientar su política económica hacia el mercado interno. Esto sucedió en la agricultura y las infraestructuras, pero también en una industria de sustitución de las importaciones, con el objetivo de acabar con la dependencia de la exportación al mercado mundial.

Sin embargo, la recuperación gradual de la economía en la segunda mitad de los años treinta duró poco. En 1939, la Segunda Guerra Mundial desencadenó la siguiente crisis económica de origen externo en los Estados de Centroamérica y Sudamérica. Durante la guerra, Latinoamérica suministró a Estados Unidos y a sus aliados materias primas esenciales. Sin embargo, el auge de las exportaciones que acarreó la guerra frenó los incipientes esfuerzos de industrialización de las economías nacionales. Tras la guerra, Latinoamérica perdió rápidamente importancia política y económica para Estados Unidos. En este contexto, en Centroamérica y Sudamérica surgió una nueva doctrina económica que postulaba un abandono radical del modelo económico anterior, orientado hacia el exterior, y que marcaría las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial.

Uruguay 1935, alegorías de la ganadería, la agricultura y las exportaciones con barcos al fondo: Uruguay es uno de los países sudamericanos que se recupera con relativa rapidez de la desoladora depresión económica mundial.

Perú 1941, cosecha de caucho: no solo los minerales, también el caucho fue una de las materias primas esenciales que Perú suministró a Estados Unidos durante la guerra.

Guatemala 1943, escena de carga en el puerto: el suministro de materias primas esenciales durante la guerra se realizaba por vía marítima.